Solo tienes que bailar

 En esta entrada os dejo un nuevo capítulo de mi historia, y si no habéis leído los otros pero quereis seguir la historia haz clic aquí , encontrarás todos los capítulos.
(Para cualquier duda dejad un comentario)

CAPÍTULO 5
El papel con destellos amarillos

Mi madre volvía del trabajo, tenía una sonrisa en la cara que normalmente no se le veía cuando volvía de trabajar. Pero hoy era diferente,algo había cambiado. Yo la observaba pensando que escondía, seguro que era algo especial.
Traía un papel blanco con destellos amarillos, lo posó en la mesa de la cocina y me dijo :
- Cariño. . .
Y siguió hablando pero no la escuchaba porque ese ¿"cariño"? que solo salía de la boca de mi madre si había hecho las tareas bien, me había portado genial, simplemente para consolarme, etc, y el tan buen humor de mi madre no acabó de entrarme en la cabeza, porque no había hecho nada de lo anterior y porque por la mañana se había ido a trabajar no muy contenta.Pero luego le escuché:
- ¿Me has escuchado? ¡Corre!
Sabía que quería que hiciera algo pero no había atendido, así que, me quede paralizada y le dije balbuceando mientras volvía de mis pensamientos:
- ¿Pppe...rr...ddo..nn...aa?
- Hija, ¿te pasa algo?, bueno, como estaba diciendo. . . ese papel es para ti, he podido conseguir una copia, yo ya lo he visto, sabía que no podía, pero tenía mucha curiosidad,a ver como hacemos ahora, bueno todavía podemos rechazarlo,ya sabes. . . -dijo mi madre toda nerviosa mientras fregaba los platos, intentando que yo la entendiera, pero no podía porque todavía no había leído el papel. Estaba apunto de leerlo cuando acabo la frase :
- Es. . .¡ es tu futuro ! , ¿no?
Me quedé atónita cuando lo dijo, porque enseguida  me di cuenta de  a que se refería todo el tiempo, ¡ese papel era una copia de las notas!. Desdoblé el papel y enseguida vi el título "Resultados de las pruebas"
Había una lista de nombres de quince personas y otros quince nombres pero esta vez con un complemento a su lado entre paréntesis (suplente nº 5).Lo comprendí rápidamente y busqué mi nombre diciendo en voz baja:
-No. . . esta no, no, no, no. . . . , mm. . . . no , esta no soy , esta . . . ¿Sara? . . .
En ese momento no pude contener la alegría y solté una carcajada,miré a mi madre que me sonrió. Ahora lo entendía todo, su buen humor, su preocupación, etc. Y dije bien alto para que todos se enterarán de que allí estaba, que se enterará toda la ciudad :
- ¡Sí! ¡Sara Lora García!